A lo largo de la historia, la observación de los cuerpos celestes ha tenido gran influencia a la hora de orientar los edificios, desde las pirámides egipcias hasta el edificio en el que vives, pasando por los fundamentos básicos de Feng shui clásico.
El movimiento de los astros va representando un ciclo, donde cada estrella está en una fase, creciente o decreciente. Estas fases nos influyen porque somos parte del universo. Hay día y hay noche, hay invierno y verano, mareas altas y mareas bajas.
El ser humano no actúa sobre estos fenómenos porque son parte del universo; el ser humano no puede controlarlos sólo puede observarlos; está a merced de ellos. ¡Esto es feng shui! Ahora verás.
Feng shui surgió de un pueblo observador de la naturaleza y conocedores de los ciclos del universo, como lo han sido las grandes civilizaciones de la historia como la Egipcia o incluso la Maya.
Estas culturas se basaban en el estudio de los movimientos astrales con una gran precisión, teniendo en cuenta que en aquellas épocas no existían los instrumentos ópticos que tenemos hoy día.
Impresiona saber que los egipcios, construyeron en Gizeh (2.500 a.c.) sus pirámides más emblemáticas Keops, Kefrén y Micerinos orientadas según los puntos cardinales Norte-Sur, Este-Oeste, porque así establecían la relación entre el cielo y la tierra.
La orientación es la posición de algo con respecto a un punto, los puntos cardinales, que representan la posición del horizonte en función de la posición del sol.
Para los egipcios, la orientación N-S era la orientación en la que la Osa Mayor era visible desde el horizonte. Por otro lado, la posición de estas tres pirámides coincide exactamente con las tres estrellas centrales de la constelación de Orión y con tres vórtices de energía.
Una estructura piramidal de base cuadrada, correctamente orientada y libre de geopatías es capaz de emitir una vibración superior a la existente en el entorno. Esta vibración influye en la momificación de materia orgánica sin descomponerse.
Si unimos todo esto, no extraña el lugar elegido para enterrar a los faraones.
Hace poco estuve en México, en la península del Yucatán y tuve la oportunidad de visitar la pirámide de Kukulcán (s. XII d.c.) en Chichén Itzá. De nuevo, la cultura maya era una gran conocedora de los movimientos de la luna y los planetas, llegando a medir la longitud de un año solar con gran precisión.
Los mayas realizaron un calendario mucho más preciso que nuestro calendario gregoriano. En este calendario se plasman los conocimientos de la naturaleza cíclica del tiempo, usados para realizar los rituales asociados con ciclos terrestres y celestes.
Estos rituales son los responsables de la orientación de la pirámide de Kukulcán y de su diseño. Su orientación de 20º Norte-Noreste y el diseño de las 9 plataformas de su estructura producen un efecto óptico en los equinoccios de primavera y otoño que consiste en la proyección de una serpiente compuesta por 9 triángulos isósceles, sobre la escalinata de esa fachada. Para los mayas, el comienzo de la cosecha se produce cuando la serpiente emplumada (Kukulcán) fertiliza los campos, por eso, simbólicamente desciende a través de la pirámide hasta fecundar a la tierra.
Tanto las pirámides egipcias como las de las civilizaciones aztecas o mayas tienen connotaciones simbólicas, en cuanto a sus dimensiones. Entre otras, esta pirámide escalonada, posee 9 plataformas, asociadas con las 9 estrellas de la osa menor.
Como ves, el estudio del universo supone una parte fundamental para entender la importancia de las orientaciones en las distintas culturas, por encima de parámetros físicos.
En feng shui clásico, dos de los métodos más utilizados, tanto en San Yuan como en San He, tienen su base en las ocho orientaciones cardinales y en las estrellas que forman la constelación de la Osa Mayor.
Según esté orientada la fachada de un edificio, existe una variación del sol con respecto a la línea del horizonte. Esta orientación dibuja 8 sectores sobre el plano de la vivienda: Norte, Sur, Este, Oeste, Noreste, Noroeste, Sureste y Suroeste, que se corresponden con un área del edificio o una estancia dentro de una vivienda.
Cada orientación refleja un aspecto de la vida, según el ciclo vital, el ciclo del sol a lo largo del día o el ciclo de las estaciones a lo largo de un año.
Así el Norte como inicio de ciclo, es la noche, el frío, la preparación de la tierra. El norte representa la carrera. Amanece y empieza a salir el sol, es el florecimiento de tu trabajo, el Este, refleja la prosperidad. El sol en su punto más alto es el medio día, ilumina, brilla… tiene que ver con el reconocimiento, en el Sur. El sol se pone a última hora de la tarde, es la recogida de los frutos, así el Oeste tiene que ver con los nuevos proyectos, el renacer.
Pero eso no es todo, porque cada sector está ocupado por una combinación energética, basada en las estrellas que forman la Osa Mayor. Esta constelación está formada por 7 estrellas principales visibles y dos no visibles, 9 en total.
Según te comentaba al principio, el movimiento de estas 9 estrellas tiene un carácter cíclico (movimiento de Saturno) en el que cada estrella está en una determinada fase. En función de la etapa del tiempo en la que se encuentre, cada estrella muestra sus cualidades positivas (fase creciente) o negativas (fase decreciente) siguiendo las leyes del yin y yang.
Estas cualidades no son sino un tipo de qi que se establece en un determinado espacio. Este qi interactúa con las personas que habitan ese lugar repercutiendo en cada aspecto de sus vidas. La connotación yang rige el ámbito material y la connotación yin rige la salud y las relaciones personales.
Así pues, el estudio del universo ha estado siempre vinculado a la arquitectura. Los movimientos de los astros influyen en cada uno de nosotros y su proyección se refleja en todo lo que te rodea. Feng shui te da la clave a través de tu vivienda.
Gracias Esther.
Gracias por esos regalos maravillosos de Luz, amor y sabiduria que son de gran utilidad y traen muchas alegrias a nuestras visas.
Reciba mi gratitud, Luz y amor .
Muchas bendiciones.
Namaste.
Muchas gracias, Rosa.
Me gusta tu visión del Feng Shui, Gracias Esther!
Gracias a ti, Andrea.
gracias por tan ilustrada informacion ,esperare mas noticias
Gracias Cristina.
Hola Esther, estoy a punto de vivir en una nueva vivienda. Respecto a la ubicacion ideal de la cabecera de la cama en los dormitorios, decirte que, e muchas ocasiones no podemos elegirla, pues de las cuatro paredes en una está el armario, en otra la ventana o balcón e inclusa en otra una pueta con la enrada al baño, con lo cual no nos deja opcion de elegir, tenemos que conformarnos con la unica pared que nos queda, pero si no es la más adecuada, ¿qué podemos hacer con feng shui para que no nos cause efectos negativos???
Gracias, me gustaria tener tu respuesta.
Hola Marisol,
Lo más importante es conocer si esa estancia posee una estructura energética favorable para un dormitorio y, en cualquier caso, que apoye a la persona que duerme allí.
En cuanto a la posición de la cama, si no puedes elegir su orientación, asegúrate de que está situada sobre una pared sólida y que haya espacio a los laterales. Evita todo lo que perturbe el sueño, como aparatos eléctricos o luz excesiva y que el diseño de la habitación sea sencillo.
Puedes encontrar más información sobre dormitorios en este enlace, donde hago recomendaciones generales sobre los dormitorios y en este otro, que habla sobre las orientaciones.
Pero lo que tienes que tener en cuenta Marisol, es que no hay nada externo que te pueda producir un efecto negativo. En realidad, un espacio proyecta tu realidad y tus acciones. Cuando no es posible adaptar un espacio a favor de la persona, lo que está poniendo de manifiesto son retos. Estos retos son los que hacen evolucionar a través del aprendizaje y de una buena actitud.
Un saludo.