Probablemente ya te hayas decepcionado al leer el título de este artículo. Si es así, te aconsejo que sigas leyendo y descubras el porqué de uno de los grandes mitos en Feng shui: el color.
Una de las preguntas que más me gusta hacer a las personas que acuden al estudio es qué quieren conseguir. La mayoría de las veces quieren saber si todo está correcto y “armonizado”. Y sobre todo, si tienen previsto hacer una reforma, que les aconseje sobre los “colores feng shui” a utilizar.
Pues bien, no es correcto hablar de colores feng shui como tales, ni tampoco es correcto adjudicar un color concreto en un sector determinado.
Según la metafísica china, cada uno de los cinco elementos de la naturaleza está asociado con una forma, una orientación, una estación, una emoción, un sabor, un aspecto de la vida y un largo etc. Y también se vincula con un color.
El elemento fuego se vincula al color rojo. El elemento tierra se corresponde con los tonos marrones, ocres y amarillos. El elemento metal se asocia al color gris y a las texturas metalizadas y también a cierto tono de amarillo (que se vincula con el oro). Al elemento agua se le asocia el color azul y por último al elemento madera, el verde.
En cuanto a los colores blanco y negro, hay cierta controversia. Algunos maestros asocian el color blanco con el elemento metal y el negro con el agua. Sin embargo, no pueden vincularse con ningún elemento sino que deben tratarse como colores yin y yang.
El blanco contiene los siete colores del arco iris, refleja toda la luz. Es un color YANG. En cuanto al color negro, es la ausencia de luz y por tanto, de color. Es un color YIN.
Las aplicaciones que se basan en el mapa Ba Gua, asignan un color en cada estancia de una vivienda según su orientación, por ejemplo, el rojo en el sur, el verde en el este, el norte el azul, para potenciar según qué aspecto de la vida.
Sin embargo, el sector sur ya contiene el elemento fuego, no es necesario pintarlo de rojo, lo mismo que el norte, ya contiene el elemento agua, no es necesario pintarlo de azul. Por otro lado, el mapa energético de cada zona, puede determinar la activación de otro elemento distinto a ese sector. Por ejemplo, imagina una habitación en el sector Este. Su elemento asociado es la madera y su color es el verde. Se pinta de verde y además, se colocan plantas.
Con el estudio de San Yuen Feng shui, resulta que el código energético de esa zona tiene una combinación 1-3 desfavorable. La estrella 3 en el periodo ocho provoca discusiones y fomenta la ira. Estas emociones se asocian al elemento madera y afectan al hígado. Hay demasiada madera, no se necesitan las plantas ni el color verde. En todo caso, habría que apaciguar la fuerza de este elemento con el elemento fuego. Ahí está la contradicción, el Este no necesita verde, necesitaría, en todo caso, rojo.
Como ves, en Feng shui todo es cambiante y, a veces, hasta contradictorio. Por tanto, no hay reglas fijas.
Así que no te condiciones, usa los colores que más te gusten.
El color es un tema muy subjetivo, como dice mi abuela: -Todos los refranes trabajan-, y sobre este asunto tenemos varios: “Para gustos, los colores” y “Todo es del color del cristal con que se mira”.
Y es que el color es un atributo de los objetos que se manifiesta y percibimos cuando hay luz. En función de la luz, el color cambia.
Por otro lado, cada persona posee una sensibilidad distinta y percibe los colores de manera diferente. Cada color inspira una sensación según la persona, a pesar de que ciertos estudios neurocientíficos asocian cada color a una emoción.
Sin embargo, la experiencia de cada individuo es única y, por tanto, su percepción también.
El color en Feng shui deriva de la armonía yin-yang, es decir, del equilibrio de un determinado espacio. Para ello, se combinan los colores claros y oscuros teniendo en cuenta el grado de confort visual según la actividad a desarrollar. También influyen los factores psicológicos de la luz, pero sobre todo, el gusto personal.
No tengas temor si pintas tu salón de un determinado color, eso no va a fomentar un mejor o peor Feng shui. Tu espacio refleja tu personalidad.
Feng shui se basa en el paisaje, en la configuración del entorno exterior y cómo esas formas se manifiestan en el interior. Y sobre todo, qué tipo de qi está asociado a cada ciclo de tiempo. Lo importante es el momento presente, que la forma exterior apoye el qi de cada estancia de la casa, fomentarlo con el uso adecuado y que perdure el mayor tiempo posible.
Predomina siempre la forma por delante del color. El color se usa como último recurso, en algunos casos, para fomentar un tipo de qi o minimizarlo. Pero lo importante es que la energía del entorno esté acorde con la distribución interior y con las personas.
Muy interesante. Gracias, Esther.
Gracias a ti. Un abrazo.