Habiendo pasado casi dos semanas de este año, seguro que ya te habrás planteado varios propósitos, objetivos y deseos que te gustaría conseguir a lo largo de este año. Es momento de anotar todo lo que te gustaría conseguir, desde las pequeñas cosas hasta las más grandes.
A mí me encantan esos ratos de soledad y silencio, en los que imagino el montón de cosas que me gustaría lograr y me paso un largo tiempo pensando y sintiendo la emoción de cada una de ellas. Cojo mis bolis preferidos o lápices de colores y me permito el lujo de disfrutar de mi horizonte imaginario. Y ni te cuento lo que se siente cuando consigues alcanzarlo.
Son momentos extraordinarios, pruébalos. Te hablo de soñar, de pensar en grande:
¡IMAGINA TU CASA MARAVILLOSA!
Y qué mejor oportunidad que un comienzo de ciclo para tener una visión a largo plazo y materializar tus grandes metas. El año nuevo, el final del verano o una nueva etapa personal son comienzos, nuevas oportunidades. Y ojo, ante la incertidumbre, busca siempre la oportunidad a tu alrededor. No pienses en «ya, pero ¿y si no lo consigo?». Piensa «¿y si lo consigo?». Wow!!! Así que ponte a soñar.
Porque … ¿cuándo fue la última vez que te permitiste soñar? Estamos tan acostumbrados a la rutina, a mecanizar cada día, a ser responsables, el trabajo, los problemas, etc. que no nos dejamos tiempo para ser niños… ¡Lo hemos olvidado! Hemos confundido ser adultos con dejar de soñar.
Hay que ser niño para imaginar, reír, pasártelo bien con las cosas que se te ocurren. Aunque creas que es un disparate, ¡hazlo!
Por eso, hoy te traigo unas herramientas para ayudarte a recordar lo que se disfruta soñando tu casa ideal y lo más importante, que no se quede sólo en tu cabeza. Así que busca tu momento, donde nadie te interrumpa, dedícate ese rato sólo a ti y prepárate.
¡SUEÑA TU CASA!
Empieza por crearte el mejor de los entornos, busca la mejor habitación de tu casa actual, o bien una cafetería en la que estés a gusto. Siéntate en una silla cómoda con una mesa grande, para que tus ideas lleguen a ti con espacio.
Puedes prepararte una infusión y ponerte música acorde con la situación. Te aconsejo que sea más bien relajada para no distraerte a la mitad poniéndote a tocar la guitarra en plan ACDC.
Ten a mano papel, boli, lápices de colores, acuarelas, ceras, rotuladores, lo que más te guste y empieza tu sesión.
1. En primer lugar, haz un balance de tu estado actual, de cómo te sientes en tu vivienda, si se adapta a tus necesidades, si cumple tus objetivos.
2. Piensa en tus inquietudes actuales, en qué momento estás y si tu casa te acompaña en esa situación. A lo mejor has empezado a trabajar en casa y necesitas un despacho o bien tus hijos se han independizado y la casa se te ha quedado grande… O quieres acceder a tu primera vivienda.
3. Apunta todo aquello que sientes que ya no te representa donde vives. Puede ser su ubicación, el barrio, la distribución, la decoración y por qué.
Y ahora ¡Vuela!
4. Imagina cómo sería vivir en esa casa maravillosa, dónde está situada, qué ves por la ventana, cuántas estancias tiene, qué muebles hay en el salón, cómo es la cocina…
5. Piensa con quién estás allí, si hay niños revoloteando, si estás sólo, si tienes perro…
6. Piensa en todo lo que sientes cuando estás en ella. ¡Date ese gustazo! Este punto es el más importante, es el impulso que te va a llevar a lograr esa situación. Así que siente que ya estás allí. Vincula ese deseo de casa maravillosa con una sensación, ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué ves a tu alrededor? ¿Qué oyes?
7. Dibuja, garabatea, escribe todo lo que se te está viniendo a la cabeza y no dejes escapar ningún detalle.
8. Permítete ser niño. No pienses en el cómo ya que es posible que eso suponga un límite para ti. Piensa en el por qué y en el para qué. ¿Lo deseas realmente? ¿Es lo mejor para ti? Pues adelante, dando el primer paso se forma el camino sin que te des cuenta.
Al final todo es mucho más sencillo si no le das tanta vuelta al cómo. Esta palabra muchas veces lleva consigo el miedo y la falta de confianza. Por eso, puedes darte por vencido a la primera de cambio.
Así que ¡disfruta del momento cero límites!
9. Coge recortes de revistas de imágenes que se ajusten a lo que quieres conseguir, créate un tablero en Pinterest, o haz fotos de todo lo que vayas viendo en tu día a día. Puedes pegarlo en un corcho para tenerlo bien presente en tu día a día.
10. Piensa en sensaciones, eliminando expectativas. Me refiero a que no te fijes en una casa en concreto. Amplía tu visión porque puede llegar ti otra opción mucho mejor. Las cosas concretas limitan las infinitas posibilidades que hay a tu alrededor.
¿Lo tienes? ¡Felicidades! Ese es tu gran objetivo a alcanzar. Ahora toca ver cómo llegar a él, planificar el primer paso. Es tener la cabeza en el cielo y los pies en el suelo, ambas cosas a la vez.
Como te he comentado antes, no te limites. No te centres en la dificultad para llegar a ello, simplemente da el primer paso. A lo mejor es el momento de sacar tu talento oculto, tienes habilidades que desconocías y puedes sacar provecho de ellas. Quizás tienes dotes de profesor y puedes emplearlas dando cursos por las tardes o los fines de semana a estudiantes. O bien tienes un negocio que no avanza pero puedes crear un nuevo producto que se haga indispensable, como lo ha sido el móvil.
Toda acción que emprendas te llevará a tomar otra y otra. Así, si quieres crear ese producto genial, quizás debas empezar por formarte en marketing. O bien si quieres dar clases, tienes que empezar a moverte por los sectores donde está la gente joven que le motive lo que ofreces…
Lo importante es tener un objetivo en la vida y trabajar para conseguirlo. Los grandes objetivos vienen precedidos de otros más pequeños, son pasos cuya sucesión va formando el camino. A veces más largo, a veces más corto. Eso depende de ti mismo. Lo importante es no perder el foco en tu meta y tener presente la sensación que representa en ti y que motiva todo tu trabajo.
Y si lo pierdes, realiza de vez en cuando el ejercicio que has hecho de Soñar tu casa, pero esta vez, como visualización. Por la noche, antes de irte a dormir, cierra los ojos e imagínate viviendo en ese lugar, sintiendo todas esas sensaciones, como si ya estuvieses ahí. Y el resto llega solo.
Así que, abraza todo tu potencial para ser, hacer y conseguir todo lo que sueñes.
Hola Esther !
Magnifico post, creo que esta filosofía pudiera aplicar no solo para visualizar la casa de tus sueños, funciona para todo en la vida.
Gracias por las luces y por recordar que «Hemos confundido ser adultos con dejar de soñar».
Me despido saludándote y deseándote un feliz fin de semana.
Te dejo, me voy corriendo a soñar.
Saludos
Guillermo
¡Completamente de acuerdo!
Muchas gracias por tus palabras, Guillermo y me alegra que lo pongas en práctica desde ya.
Un saludo,
Esther.
¡Hola, Esther!
A mí también me ha gustado mucho el artículo. Gracias por compartirlo.
Voy a ponerlo en práctica, tal vez en pareja, si a mi marido le apetece soñar nuestra nueva casa juntos. Ya te contaré…
Un abrazo,
Dominique
Pues será un ejercicio fantástico para los dos, Dominique. Podéis compartir un rato muy especial y os puede ayudar a conoceros un poco más.
Gracias y un abrazo.
Hola Esther,
Me ha gustado mucho el artículo. Seguro que cuando tenemos claro cómo la queremos, podemos acercarnos cada vez más.
Un abrazo,
Cristina
Claro que sí, Cristina. Y llevarla a cabo también.
Gracias por tu comentario.
Hola Esther: Quiero retomar el arte de soñar. Me he enamorado de una casa cercana a donde vivo que responde a,todos mis deseos. Paso, la saludo, la piropeo y agradezco porque vamos a estar juntas. Es correcto mi proceder?
Es perfecto Nancy.
Felicidades